Se han escrito ríos de tinta sobre si el emprendedor nace o se hace, yo no voy a entrar en esa disquisición filosófica. Yo soy de los que piensan que en el ADN de todo emprendedor hay una pasión por la aventura y además añadiría que una gran dosis de inconsciencia.
En mi caso antes de emprender mi proyecto empresarial ya me dedicaba a escalar por el Pirineo y a viajar por países recónditos como Pakistán, India, Bolivia, Nueva Guinea Papua….
En mi filosofía de vida siempre ha prevalecido una máxima, que es la de echar vida a los años y no al revés. Os garantizo que una forma de añadir vida a vuestra vida es embarcarse en un proyecto empresarial. La cantidad de actividades nuevas que vais a descubrir son muy enriquecedoras sobre todo en el aspecto de las relaciones interpersonales que vas a desarrollar.
Lo de la inconsciencia lo digo porque la propia RAE define la aventura como una empresa de resultado incierto o que presenta riesgos. Si uno hace un análisis sesudo de lo que va a emprender seguro que los riesgos que aparecen le van a impedir dar el salto.
«El hombre razonable se adapta al mundo; el irracional insiste en intentar adaptar el mundo a sí mismo. Por tanto, todo progreso depende del hombre irracional» Bernard Shaw.
En mi caso personal la inconsciencia me llevó a pensar que luchar contra las grandes instituciones financieras iba a ser un camino de rosas porque “Son muy malos en lo que hacen, decíamos«.
Una vez jubilado, esa inconsciencia y ese espíritu aventurero me ha llevado a emprender junto a otras personas que también llevan esas características en su forma de ser, el proyecto Artizarra, que entre otras actividades apoya a todos esos que quieren emprender para que su aventura sea más llevadera.
Albert Einstein decía que los grandes espíritus siempre han encontrado oposición de las mentes mediocres. No te arrodilles ante lo establecido en la sociedad en la que habitas. Abre la puerta y escoge tu propio camino. Inténtalo. Transforma en realidad tus sueños. Lucha, sacrifícate, pelea. Si no lo consigues, deja que los demás te llamen fracasado. Mientras tanto, sonríe, Nunca dejes de sonreír.
Lo del fracaso todavía cuesta que se entienda en nuestra sociedad, pero no deja de ser parte del proceso. En Estados Unidos lo tienen muy asumido y lo valoran positivamente a la hora de contratar a una persona.
«La creatividad es permitir a uno mismo cometer errores. Arte es saber cuáles mantener» Scott Adams.
Ahora que uno ya peina canas uno es muy dado a repasar las actividades que ha desarrollado a lo largo de la vida, os aseguro que la aventura de emprender ha sido muy enriquecedora y os animo a que os lancéis por ese camino dejando de lado todas las dudas que puedan rondar por vuestra cabeza.
SOBRE JUAN MARI
Juan Mari es Licenciado en ciencias empresariales por la UPV. Los cinco primeros años de su vida profesional los desarrolla el LAGUN-ARO epsv siendo responsable de renta variable. Los dos años siguientes, es el director de gestión de «Guipuzcoano de Valores». En el 87 trabaja en A.T.V. Suiza realizando análisis chartista de las bolsas mundiales.
En el año 1988 es uno de los fundadores de FINECO SOCIEDAD DE VALORES S.A. Siendo vicepresidente de la misma hasta el año 2009 y consejero hasta finales del 2017. Durante todos estos años, ha sido el director de análisis de la compañía. Fineco en este momento es uno de los líderes de Banca Privada en Euskadi y una de las destacadas a nivel nacional. En Diciembre de 2017 cesa su actividad por jubilación.
Desde el año 92 al 97 fue Consejero de la bolsa de Bilbao.